Hace muchos años, comentando en el trabajo que había hecho rosquitos, una compañera desde el otro extremo de la oficina, dijo: "Niña, que estamos en Semana Santa y ahora lo que tienes que hacer son torrijas".
No sé si será porque este comentario me marcó o porque ya he alcanzado con creces la edad que tenía esta compi, que desde hace unos cuantos años y llegando estas fechas me entrego sin reparo a seguir la tradición.
El primer año timidamente porque no tenía mucha idea, luego me atreví a repartir unas pocas a mi familia y parece que tuvieron éxito porque llegando estas fechas siempre tengo unos fieles seguidores que me preguntan por ellas.
De preparar los paquetitos y hacer las etiquetas se ha encargado Pablo. Y lo ha hecho muy bien. Pablo tiene cuatro añitos.
Qué buena pinta..y qué apañao Pablito!
ResponderEliminarValoro mucho tu comentario María, teniendo en cuenta que no te gustan.
EliminarCuando era niña, mis tías hacian unas torrijas "sublimes". Estas me devuelven a ese olor a miel y a dulces riquísimos hechos en casa con todo el primor del mundo, de mi niñez.
ResponderEliminarSi, recuerdo unas empanadillas rellenas de batata y rebozadas en azúcar que estaban buenísimas. A ver si me atrevo un día a hacer mi versión porque no tengo la receta.
EliminarNo soy experto en torrijas, pero las de Lola son exquisitas y no digamos los boletos de elche, lastima señora Lola que quede Cádiz tan lejos de el Valle de los Pedroches, pues visitaría más su horno con frecuencia. Siga investigando en sus recetas familiares. Felicidades y Adelante.
ResponderEliminarPerdón, quería decir bollitos de leche. Ya estoy torpon. Soy setenton..........
ResponderEliminarJaja, Antonio te ha delatado la edad. Me pongo ahora mismo a investigar sobre los "boletos de elche". Para hacerlos, claro.
Eliminar